Desinfección
Destrucción o inactivación de todos los gérmenes patógenos.
La desinfección constituye una parte esencial del modo de funcionamiento antiséptico. Técnicamente, se distingue entre desinfección y esterilización. La desinfección se produce cuando los gérmenes se reducen en un factor de al menos 105, lo que significa que de los 100.000 gérmenes originales capaces de reproducirse (las llamadas unidades formadoras de colonias), no sobrevive más que uno solo. La esterilización, en cambio, tiene como objetivo una desgerminización al 100%.
El proceso se selecciona siempre en función de las circunstancias y las necesidades. La desinfección de aguas residuales, agua potable o medios líquidos, así como de recipientes y tuberías, puede realizarse por Chriwa mediante diversos procesos químicos y físicos de eficacia probada.
Los procesos químicos más comunes se basan en la adición de cloro, dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno, ácido peracético u ozono. Los procesos físicos habituales se fundamentan en el calentamiento del medio o la irradiación con luz ultravioleta. Una vez más, el proceso se selecciona en función de sus necesidades y de las condiciones locales.
